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Foto del escritorPRI RADIOTV

En Gamarra, los peces siguen muriendo por falta de oxígeno

Esto está sucediendo en el municipio de Gamarra en la ciénaga de Puerto viejo


Peces como róbalo, lisa, tilapia, mojarra, o pargo, cruciales para la economía en el Caribe colombiano, en especial en la Ciénaga Grande de Santa Marta (Magdalena), hoy tienen un enemigo silencioso: las cianobacterias, pequeñas algas que se reproducen de manera desmedida y les roban el oxígeno. Un algoritmo pionero de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) tiene una precisión del 78% para predecir el riesgo de muerte que enfrentan estos peces.




El profesor José Ernesto Mancera, del Departamento de Biología de la UNAL, quien ha liderado incontables investigaciones al respecto en las aguas del río Magdalena, explica que a estos fenómenos se les denominan florecimientos algales nocivos (FAN), y que entre las 50 o 60 especies de cianobacterias que se pueden hallar en la Ciénaga, Anabaenopsis es la más fuerte y resistente.


“Las microalgas crecen porque encuentran su alimento favorito, el fósforo, que abunda por los desechos de jabones, fertilizantes, detergentes y otras sustancias cotidianas que llegan a los mares. Al principio generan mucho oxígeno porque todas están haciendo fotosíntesis –ayudadas en gran medida por las altas temperaturas–, pero el número empieza a ser tan alto que terminan agotando el recurso y generando zonas muertas en el mar que son como grandes bolsas de agua sin oxígeno, y por ende sin vida”, asegura el experto.


Un estudio publicado en 2018 en la revista Science mostró que desde mediados del siglo XX estas zonas se han cuadruplicado en el océano, mientras que cerca de las costas se han multiplicado por 10, por lo que es un problema que resulta alarmante.


Estas condiciones se dan por el aumento de calor de la tierra, que de hecho es la base para que las cianobacterias se sigan reproduciendo; se estima que en los próximos 5 años la temperatura podría aumentar 1,5oC de más.


El profesor Mancera logró que el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Invemar) le diera acceso a 30 años de información de variables como la cantidad de fósforo, el coloramiento del agua (llamado clorofila y que está asociado con las toxinas que secretan las cianobacterias) y los niveles de oxígeno del agua, además de 6.000 registros que cada año dan una idea de la mortandad de peces en la Ciénaga Grande de Santa Marta.


Pero para interpretar toda esta información se necesita de un algoritmo capaz de encontrar patrones y respuestas, aquí es donde aparece el índice de riesgo de mortandad de aerobios (IRMA).


“Junto a Luis Felipe Santos, estudiante de la Maestría en Biología de la UNAL, diseñamos una plataforma en la cual se puede correr el algoritmo de manera totalmente gratuita, solo hay que introducir los valores de cantidad de fósforo, coloración y oxígeno de alguna zona de la Ciénaga, y automáticamente arroja un porcentaje que muestra si hay un riesgo bajo, medio o alto”, asegura el investigador Mancera, quien recuerda que esta aplicación se puede descargar gratis en el siguiente enlace: https://play.google.com/store/apps/details?id=com.nova.florecimientosAlgalesNocivos


Además cuenta que gracias al doctor Horst Salzwedel, director del Proyecto de Cooperación Técnica Colombo Alemán: rehabilitación de la Ciénaga Grande de Santa Marta (Pro-Ciénaga), también se cuenta con 30 años de registros de la prensa nacional sobre la mortandad de peces en esta zona, trabajo del cual se realizó un libro con todas las noticias que se iban registrando. Esta información robustece el algoritmo, pues permite correlacionar su funcionamiento con lo que pasaba en los años de mayores pérdidas.


Como complemento, y con la ayuda de NOVATransmedia –la primera spin-off de la UNAL– y la financiación de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) de la Unesco, Subcomisión para el Caribe y Regiones Adyacentes (Iocaribe), se creó un curso interactivo de realidad aumentada en el que los participantes pueden aprender de manera lúdica y dinámica sobre los FAN y sus dinámicas, como si estuvieran en un salón de clases.




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