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Argumentos de William Camargo, Mintransporte, para reflexión rigurosa en infraestructura

En momentos en los que, de manera apresurada, el gremio de la infraestructura llama la atención sobre una “histórica caída en la producción de obras civiles”, a partir de un análisis del Indicador de Producción de Obras Civiles (IPOC), quiero invitar a una reflexión rigurosa y a entregar información más precisa a la ciudadanía.


De acuerdo con el DANE, el IPOC es un indicador que busca determinar la evolución trimestral de la producción de obras civiles, a través del comportamiento del avance físico de la obra reportado en los contratos de obra a nivel nacional. Este aplica para los contratos que se encuentran en ejecución a nivel nacional, financiados por entidades públicas y privadas, cuya muestra incluye los contratos de obra civil que suman el 80 % de los presupuestos totales a ejecutar.


Sin embargo, la manera en que se está realizando el cálculo de este indicador se aplica desde el primer trimestre del 2021. Desde el punto de vista económico y estadístico, con una muestra tan pequeña, no es razonable, ni estadísticamente representativo afirmar que se estén presentando cambios históricos en el indicador, en tanto no hay información suficiente para hacerlo. Hablar de historia con una muestra de dos años, además de ser una hipótesis heroica, resta credibilidad al indicador y al ejercicio.


La información que sí se encuentra disponible, al día de hoy, recoge 10 datos trimestrales y 6 datos. Si se hacen comparaciones anuales para un mismo trimestre. Así, como se puede observar en la gráfica, al hacer la comparación relativa de los 10 trimestres con información calculada de IPOC, encontramos que hasta la fecha se ha tenido un comportamiento que refleja estacionalidad en los dos periodos de cambio de año. No el cambio histórico que declara la columna de la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI).



La Cámara indica también que el crecimiento del PIB Nacional de 0,3 % es consecuencia de una caída en las obras civiles, señalando, además, que el decrecimiento se ha convertido en una constante durante los últimos tres trimestres y que se observa una “notoria ralentización” en la dinámica de obras civiles.


Es oportuno aclarar aquí, nuevamente, que esta información requiere un análisis más riguroso de su parte. En el caso del Ministerio de Transporte, encontramos que, luego de la caída de indicadores como consecuencia de la pandemia, se observó una rápida aceleración hacia el segundo semestre de 2021 y que, a partir de allí, ha habido una disminución hacia los valores promedio de 2019 (prepandemia).

En efecto, esta situación pone de presente la necesidad del seguimiento, monitoreo y acciones que permitan mantener condiciones favorables desde el punto de vista macroeconómico. Situación que la cartera de Transporte monitorea constantemente con el Ministerio de Hacienda y los sectores productivos.


Sin embargo, en aras de brindar información oportuna y certera a la ciudadanía, es clave indicar que es un fenómeno de carácter global. De acuerdo con información del Banco Mundial, el comportamiento que ha tenido el PIB en Colombia, en términos generales, es similar al de economías de la región y las principales economías globales.



Desde el sector Transporte, hacemos un llamado a gremios y a la ciudadanía en general para que continuemos trabajando de la mano por el desarrollo de Colombia, fortaleciendo su red de infraestructura, la conectividad y la seguridad en la operación, como motor económico y de progreso para el país.


El Ministerio de Transporte y el Gobierno del Cambio mantenemos las puertas abiertas para que, junto con el sector privado, garanticemos la constante reflexión, crítica y autocrítica de una manera rigurosa, que permita avanzar con contundencia en los sectores de infraestructura y transporte, fundamentales en la construcción de una Colombia como una Potencia Mundial de la Vida.

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